«Cualquier lugar puede ser un punto de partida. Empieza donde estés.»

Cómo ser un explorador del mundo: Keri Smith
Caminando por una calle cualquiera, un día normal. De repente, el factor sorpresa; ese árbol siendo atravesado por un rayo de sol; cruzando las ramas, promediando el verde cayendo al piso del verano, formando estrellas en la vereda despejada. Postal instantánea. La retengo, primero en la retina, luego en la mente, después la documento con la cámara, pienso un momento y sigo. Adelanto el recorrido con mis pasos, encuentro la entrada de una casa, números delineados, pasado y sensación de nostalgia. Las puertas…protagonistas de la existencia. Otra instantánea.

Pasaje Bollini-Recoleta- Buenos Aires
De qué hablo cuando hablo de caminar
Usualmente camino a mis encuentros,reuniones, a resolver pendientes, trámites, a comprar insumos, a visitar amigos, a caminar por caminar. Esta actividad me conecta con mi turista interior, esa que viaja muchas veces en su propia tierra, a veces en otras más lejanas, con millones de kilómetros a cuestas . En mis paseos diarios, me dejo maravillar por lo cotidiano, acostumbro a asombrarme en exceso, a absorber los lugares, ser parte del paisaje, sentir cada paso, disfrutar cada detalle, y documentar todo.
Soy lo que encuentro a mi paso.

Arte callejero-Palermo Soho-Buenos Aires

Barrio Italia:Providencia-Santiago de Chile
LA CLAVE ESTÁ EN DEJARNOS SORPRENDER
Pienso que, si en algún momento dejamos de sorprendernos con los pequeños guiños diarios deberíamos replantearnos aspectos de nuestra existencia, respirar profundo y comenzar de nuevo. A veces entre tanto ruido olvidamos los pequeños placeres que nos regala el día a día: El olor de un libro nuevo, el rayo de sol en el árbol, la felicidad del helado (a veces me lo recuerda mi otra mitad) , una puerta bonita, una planta que florece, la calidez del final de la tarde, la limonada en verano, muchos cuadernos con proyectos, las buenas compañías y la vida misma; que a veces se nos pasa sin reparar en esas pequeñas grandes cosas. Camino todos los días un poco, y descubro que siempre a mi paso tengo algo por encontrar.

En algún conventillo del barrio de La Boca-Buenos Aires
Muchas veces creemos que para ser felices necesitamos muchas posesiones materiales, grandes viajes, casas y autos propios, y el mejor trabajo para asegurarnos ese relativo éxito (que no es otra cosa que un invento del sistema),sin considerar que en la carrera por conseguir esos grandes planes, nos abstraemos muchas veces de la contemplación de lo cotidiano, sin importar dónde nos encontremos. Los grandes planes no son malos, lo triste es cuando esos deseos no nos permiten disfrutar de lo que ya tenemos, por pequeño que sea, porque el hallazgo cotidiano siempre está.

Arte Callejero en Palermo. Buenos Aires.Argentina
Tal vez tan sólo necesitamos ser más minimalistas de anhelos, y valorar la inmensa riqueza de los detalles diarios.
A medida que pasa el tiempo creo firmemente que las pequeñas cosas de cada día son las grandezas de la vida.
*Todas las fotos de la entrada fueron tomadas por mí en diversas geografías, de Norte a Sur, y de Este a Oeste.