Llegamos a Santiago un Sábado a la tarde.
La ruta terrestre de montaña y viñedos verticales es emocionante. Diría que abarca unos 80 kilómetros totales, por lo que no vale ir durmiendo.
Destino 1: Providencia
Bajamos del metro en la Estación Manuel Montt. En Providencia nos alojamos en un piso 22. Es una comuna impecable. Edificios imponentes y modernos, conjugados con fachadas pintorescas y coloniales, patrón que se aplica a toda la capital chilena. Esta elegante ciudad, con una avenida principal bastante concurrida (Av. Providencia y Nueva providencia), tiene callecitas internas que parecen de cuento, pasajes y zonas residenciales llenas de edificios de departamentos; balcones creativos y muchas plantas. El lujo de algunas tiendas y de las universidades hace juego con el entorno limpio y cuidado de los barrios. El transporte en bicicleta es otro de los puntos fuertes del lugar, de hecho, en las esquinas se pueden encontrar series de bicis públicas disponibles para pasear por la comuna. La recolección de residuos, los sistemas de reciclaje, y la abundancia de majestuosos espacios verdes, son puntos distintivos de la misma, sin dejar de nombrar la imponente Torre del complejo Costanera Center, con sus 400 metros de altura. Un placer es recorrer un sábado al atardecer o un domingo a media mañana, calles como Carlos Antunez, Padre Mariano, General Flores, Orrego Luco -una de las que más me gustó porque tiene una impronta artística y cultural. Por la noche el callejón se convierte en patio de comidas, con luces de colores, y un ambiente distendido para disfrutar. También es muy interesante pasear por los alrededores del Parque de las esculturas, la plaza Uruguay, el marco que rodea al Costanera Center, el túnel San Cristóbal y los puentes que cruzan el Río Mapocho.

Destino 2: Santiago Centro-Casco histórico de la capital
El segundo día de nuestro viaje, tomamos el metro hacia la estación La Moneda. Allí, llegamos al Palacio De La Moneda, el edificio de funciones presidenciales, rodeado de muchos otros edificios, antiguos e imponentes, nucleando ministerios y dependencias de poder. Visitamos Plaza De Armas y aledaños, vimos Catedrales, iglesias y parroquias, esculturas de próceres como Montt y Varas, museos, y más universidades. También encontramos la Torre Entel, ícono de las telecomunicaciones chilenas. La arquitectura del casco histórico es colonial, antigua y contrastante con los edificios ultramodernos de las comunas más evolucionadas de la capital. Las calles internas son más abandonadas. Justo presenciamos el cambio de guardia el domingo al mediodía frente al palacio. Un imperdible es el Centro Cultural de la Moneda, en el subsuelo del palacio presidencial; con muestras itinerantes y comercios de diseño. Todos los recorridos/muestras son generalmente gratuitos. Cuando fuimos vimos una exposición de cultura japonesa, talleres de Origami para niños, workshops de sellos lacrados, clases magistrales de uso de Katanas, exposiciones fotográficas, muestras de Kimonos japoneses, todo de altísimo nivel.

El Centro Gabriela Mistral y la Biblioteca Nacional, así como el Museo chileno de Arte Precolombino (también lo visitamos) están en los alrededores. Caminando hacia una especie de costanera, por calles un poco menos glamorosas, nos encontramos con un edificio enorme, el Mercado Central de Santiago, que aglutina todo el comercio comestible de la región, y en su centro posee un patio de comidas.
Destino 3: Barrio Lastarria y Cerro Santa Lucía

Hacia la siesta del domingo, nos dirigimos al Barrio Lastarria para conocer y comer algo. Un lugar muy pintoresco en las faldas del Cerro Santa Lucía. Es una pequeña comunidad de artesanos, artistas y gastronómicos, con una propuesta arquitectónica que destaca. (Como el Museo de Artes Visuales, o el hotel Cumbres Lastarria con su particular fachada). En la calle Lastarria, encontramos una serie de pérgolas con artistas y comerciantes que ofrecen porcelana antigua, láminas para enmarcar, pequeños souvenirs, sahumerios y aromas, libros, discos de vinilo, pintura y cerámica, entre otras cosas. En un restó del barrio almorzamos. Luego, seguimos nuestro recorrido hacia el Cerro Santa Lucía, a pasos del barrio. Un pequeño cerro al cual se accede caminando en unos 20 minutos, y que posee el Castillo del Hidalgo, lagunas internas, puentes, plazoletas y caminos varios para recorrer. Es muy pintoresco y colonial. En la cima podemos encontrar un mirador, desde el que se observa la ciudad. Además en este complejo urbano se encuentra la plaza Neptuno con sus clásicas terrazas, pero no pudimos ingresar porque estaba en reparaciones. Vale aclarar que el paseo y entrada al cerro es totalmente gratuito.
Desde allí, descanso previo en el parque a las faldas del cerro, nos dirigimos hacia nuestro próximo destino. Recoleta.
Destino 4: Recoleta-Barrio Bellavista-Parque Metropolitano-Cerro San Cristóbal

Media tarde de domingo (cerca de 8 horas caminando); nos dirigimos hacia el Parque Forestal, otro espacio verde hermoso, lleno de juegos y recreación para los más chicos, mucho verde y flores; frente al Museo Nacional de Bellas Artes. Cruzando el parque llegamos al Barrio Bellavista, ícono de la movida nocturna, los bares y restaurantes. Lo atravesamos para dar con el majestuoso e interminable Parque Metropolitano. En mi opinión, la joya de Santiago. Indescriptible con palabras. Muchos lugares dentro de un lugar (Jardín botánico, Jardín japonés, La chascona –Casa Museo de Pablo Neruda, pendiente para la próxima visita-, plazas, subparques, zoológico) y el imperdible Cerro San Cristóbal, el cual es de una belleza inolvidable. Subimos en funicular ( recomendado, y a precios accesibles), visitamos la cima del cerro, para dar con el santuario de la inmaculada Concepción, un parque de comidas; recorridos de artesanos, y un mirador desde donde se aprecia en panorámica todo Santiago. Imponente. Bajamos caminando (Una hora y media aproximadamente), mientras atardecía. Vimos paisajes bellísimos, es para hacer un millón de veces más. Al final del recorrido encontramos una fiesta de gente que se había reunido para bailar libremente y tocar instrumentos. El parque completo genera una conexión con la naturaleza que no tiene precio.
Al descender, dimos con nuestra comuna, Providencia, por la Avenida Pedro de Valdivia norte, donde el Parquemet tiene una boca de salida. Ese regreso fue precioso, la calle tiene muchas residencias coloniales, y majestuosas.
Destino 5: Barrio Italia- Ñuñoa-Parque Bustamante- Pasaje Arrieta- Calle Viña del Mar.
El siguiente día bajamos del metro en la estación Baquedano, en la Av. Benjamín Vicuña Mackenna (donde se encuentra el museo con el mismo nombre) con destino al Barrio Italia. Antes, hicimos una parada obligada en la calle Viña del Mar, y el pasaje José Arrieta, en los alrededores del Parque Bustamante. Una belleza de pequeñas casitas de colores variados, con énfasis colonial y muchos detalles. Ahí caí en un sopor Stendhalista profundo. ¡Bellísimo! Es patrimonio Cultural de Santiago, por lo que las fachadas no pueden modificarse.

Desde allí, nos dirigimos al mítico Barrio Italia, que si bien tenía varias de sus galerías cerradas, pudimos observar su arquitectura y sus detalles generales. Es un polo de diseño, gastronomía y arte. Un detalle distintivo son los anticuarios sobre la calle Caupolicán. Es un mundo de colores, en medio de talleres mecánicos, viviendas particulares y algunos incipientes edificios. Alma de barrio total, y belleza en los pequeños detalles. Me gustó muchísimo.


Al regresar, no me acordé que se podía volver por Pocuro, que tiene una ciclovía para pasear en bici o caminando pero igual conocimos otros sectores de Providencia, y luego almorzamos en Orrego Luco.
En la tarde visitamos por un par de horas el mall Costanera Center (la torre más grande de Santiago (está justo en la bifurcación entre Providencia, Las Condes y Vitacura). Vimos gran cantidad de negocios, pero no compramos nada. Imponente y demasiado consumo para mi gusto, pero no deja de ser un lugar muy lujoso y centro grandes tiendas como Paris, Ripley, o marcas internacionales como H&M, Forever 21, GAP , Victoria Secret, Banana Republic, Starbucks, o Hard Rock (entre cientos de tiendas).
Por supuesto nos faltó recorrer muchos lugares, quedé con ganas de conocer Barrios Brasil y Yungay, París-Londres, el pueblito de Los dominicos en Las Condes, Vitacura, entre otras zonas que quedarán para una próxima visita.
¡Santiago de Chile es un imperdible!
Mis consejos para viajar:
-Armarse de paciencia si vas en modo terrestre con las aduanas.
-Sacar apenas entrás a Santiago la tarjeta Bip! para moverte con total tranquilidad en el metro. Un servicio increíble que tiene la ciudad, y nosotros lo usamos muchísimo. Es un golazo rotundo. En la página del metro de Santiago tenés la información necesaria sobre recorridos, paradas y demás.
-Caminar mucho, mirar, observar todo el paisaje. Son muchos los esfuerzos que se hacen en esta capital cosmopolita para que el smog y la contaminación no se lleven puesta la vida de las personas, y la generación de espacios verdes es cada vez más grande.
-Familiarizarse con la moneda chilena, pero preferentemente usarla para transacciones chicas. Los consumos más importantes conviene realizarlos en débito (recordá que allá se le denomina crédito).
-Tratar de reservar con anterioridad el hospedaje (en nuestro caso fue a través de Booking) Podés ver referencias en Booking, TripAdvisor o semejantes.
-No perderse las actividades y los espacios culturales gratuitos, que son muchos y de gran nivel. No por nada es una capital con altísima presencia de turismo extranjero, semejante a la situación de la bellísima Buenos Aires ( soy fan de la capital argentina).
Ustedes,
¿Conocen Santiago?
¿Qué sitios visitaron y recomiendan?
¿A los que no conocen, les gustaría visitar esta linda capital?
Por supuesto, si necesitan algún dato adicional que pueda darles, precios del metro, funiculares, distancias, paradas de metro, comida, alojamiento, entre otros, me escriben a maailmacreativo@gmail.com así les cuento! 😉
Por supuesto, pueden compartir la publicación en las redes sociales, en los botones del final, y además, también pueden compartir la entrada por Whatsapp; nunca se sabe si alguien puede necesitar algún dato, u orientación para ir de turismo por algún lugar.
¡Nos leemos la próxima!
P.