Emprender, a mi criterio está más bien ligado a una forma de ver la vida, apartándonos del mero concepto de «búsqueda de sustento económico en modo independiente».
Me siento emprendedora no sólo por el hecho de querer trabajar a mi aire (no siempre sucede-son las cosas de la vida-) sino porque siempre estoy planeando y soñando cosas nuevas para llevarlas a la práctica.
La vida es un ejercicio emprendedor.
Ahora, ¿Qué haríamos sin los benditos sueños?
Y si los tenemos…¿Qué podemos hacer para que no se queden en el castillo flotante de arena? Hacerlos planes, desglosarlos en objetivos, ponerle fechas, trabajar todos los días para lograrlo.
FAQ’S COMO EN TODO DILEMA EXISTENCIAL
En ese suceso de planes siempre aparecen las siguientes inquietudes:
¿Cuáles serán mis próximos pasos?
¿Cuánto tengo que perder? (perdón por desilusionar pero es ley, para obtener algo siempre hay que sacrificar algo. El costo de oportunidad existe acá y en Japón)
¿Dónde estaré el año que viene?
¿Cuál será el próximo descubrimiento que me aclare el camino?
¿Qué tengo que concretar para no arrepentirme luego por no haberlo hecho cuando surgió la oportunidad?
Y eso incluye TODO lo que implique emprender una acción para mejorar nuestra vida, crecer en experiencias y como último fin, disfrutar de la satisfacción de haberlo logrado, y vuelta a empezar con nuevo plan.
Porque SÍ,
todo está conectado; un impulso que te lleva a otro, y después de eso nos
volvemos imparables.
Emprender está encadenado a la acción, a la exploración continua de lo
cotidiano, a tener la curiosidad como bandera, a experimentar esa ansiedad de
comerse el mundo a través del conocimiento y la búsqueda permanente.
Emprender también está en las pequeñas acciones cotidianas, desde el momento en
que despertamos y salimos de la cama, así como en cada paso firme que avanzamos
para poder lograr nuestros objetivos.
Emprender también genera curiosidad, y ser curioso es un motor de cambio en sí
mismo y una forma de explorar el mundo que nos rodea.
Para accionar debemos emprender, y emprender termina cerrando el círculo de
las metas en la vida misma, no sólo en el trabajo.
CÓMO APLICARLO A LA VIDA REAL
Entendí que emprender iba mucho más allá del trabajo que tenga ocasionalmente,
descubrí que emprender es ir diseñando mi vida paso a paso, sin límites ni
escalas, investigando, planeando, activando la curiosidad al 100%, entendiendo
que toda decisión implica una pérdida y una ganancia, ejercitando la paciencia
que tanto me falta.
El hacer inyecta vida, te permite modificar, crear, corregir sobre la marcha,
equivocarte, reformular, cumplir sueños, animarte a más, ir detrás de lo que
queremos realmente, hacer las cosas con gusto, volvernos resilientes (porque
seguramente mil veces nos salga todo al revés) valorar, querer y finalmente
despegar creativamente.
El despertar creativo, ese que no conoce fronteras, no tiene pasaje de
vuelta. Hacia allá vamos mientras emprendemos.
HOY, 19 de noviembre es el día mundial de la mujer emprendedora.